ACADEMIA PONTIFICIA PARA LA CIENCIA
MAGISTERIO SOBRE CIENCIA Y FE
DOCUMENTOS DE LA PONTIFICIA ACADEMIA PARA LAS CIENCIAS
"La previsibilidad de la ciencia: precisión y limitaciones"; Benedicto XVI
Claves para entender la postura católica
sobre la evolución[1]
Diferencia
entre teoría de la evolución e ideología evolucionista. La teoría de la evolución, es una teoría
científica, fundada en datos empíricos, que tiene divergencias en sí misma,
pero con muchos puntos de acuerdo. En cambio, el evolucionismo es una ideología que niega el finalismo o la
finalidad de la naturaleza, y sostiene que todo se debe a la casualidad y a la
necesidad. Es una ideología materialista (reduce todas las cosas a lo material)
y atea (pretende sustituir la explicación religiosa de la vida por una
explicación natural). Esta postura, por ejemplo, es afirmada por Jacques Monod
en su libro «Casualidad y necesidad», donde se sostiene un materialismo ateo. Es
una postura filosófica.
Diferencia
entre creacionismo y doctrina católica de la creación. La doctrina católica sobre la creación,
afirma simplemente que el universo material tiene origen en Dios. Esta es una
afirmación de fe, pero también una doctrina filosófica. En esta postura no se
sostienen teorías respecto al cómo de la creación, al modo de crear Dios, sino
simplemente, el origen. Las Sagradas Escrituras tienen una finalidad religiosa
y moral, no científica. Por otra parte, el creacionismo,
es una ideología, fundada en una interpretación literal de algunos pasajes de
la Biblia[2].
Evolución y creación en sí pueden ser compatibles, pero evolucionismo y creacionismo son necesariamente incompatibles. Evolución y creación pueden ser compatibles, porque se mueven en distintos niveles epistemológicos. La evolución responde al origen natural de los seres vivos (su respuesta siempre se encuentra dentro de este mundo o universo). La creación responde a la pregunta por el origen sobrenatural o sobre material de la vida y universo, más allá de sus causas materiales. La Doctrina católica no se opone a la evolución como teoría científica. Deja y pide a los científicos que hagan investigación en lo que constituye su ámbito específico.
CREACIÓN Y EVOLUCIÓN
Joseph Ratzinger (1981)
«La fórmula
exacta es creación y evolución, porque las dos cosas responden a dos cuestiones
diversas. El relato del polvo de la tierra y del aliento de Dios, no nos narra
en efecto cómo se originó el hombre. Nos dice qué es el hombre. Nos habla de su
origen más íntimo, ilustra el proyecto que está detrás de él. Viceversa, la
teoría de la evolución trata de definir y describir procesos biológicos. No
logra en cambio explicar el origen del \"proyecto\" hombre, explicar
su proveniencia interior y su esencia. Nos encontramos por tanto ante dos
cuestiones que se complementan, no se excluyen.
Mediante la
razón de la creación, Dios mismo nos mira. La física, la biología, las ciencias
naturales en general, nos han proporcionado un relato nuevo de la creación,
inaudito, con imágenes grandiosas y nuevas, que nos permiten reconocer el
rostro del Creador y nos hacen saber de nuevo: sí, en el principio y en el
fondo de todo el ser, está el Espíritu Creador. El mundo no es el producto de
la oscuridad y el absurdo. Proviene de una inteligencia, de una libertad, de
una belleza que es amor. Reconocer esto nos infunde el valor que nos permite
vivir, que nos hace capaces de afrontar confiados la aventura de la vida».
[2] Sobre cómo entender las Sagradas Escrituras: «La interpretación de la Biblia en la Iglesia» (1993).
Discurso de Benedicto XVI a la Asamblea Plenaria de la Academia Pontificia de las Ciencias
Creación, Evolución y Magisterio de la Iglesia (entrevista a Rafael Pascual)
Evolución, proyecto inteligente y origen del hombre
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